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Empezando a construir lo perdido: la escena musical queretana

Foto de portada: Vanavara. 

 

Hay algo de ironía en el hecho de que por primera vez se lleve a cabo en el Estado de Querétaro un Encuentro de la Industria Musical en medio de una pandemia que ha paralizado esta industria en todo el mundo. A pesar del COVID-19 y sus consecuencias en el mundo musical, la realización de eventos como el EIMQ es lo que se necesita para volver a construir las estructuras musicales que se han ido desmoronando por culpa de la pandemia. 

 

Sin importar el contexto actual, este encuentro logró contar con la participación virtual de reconocidos exponentes en la industria nacional del sector musical, entre los que destacan Sergio Gómez-Tagle, Joaquín “Wakks” Pavia y Malfi Dorantes. También se contó con la participación de personajes del medio local como Chucho Estrada, creador del documental Cómo suena la escena y una encuesta realizada para conocer el impacto del COVID-19 en la industria musical queretana; Omar Llamas de Burnout Records, uno de los proyectos más llamativos de la escena queretana en los últimos años; y la gente de El Limbo, uno de los primeros programas de radio donde se escuchaba música local con más de 20 años al aire. Contar con la experiencia de este tipo de voces, aunque no sean representativas de todos los proyectos musicales que hay en el Estado, es muy importante porque no tenemos que esperar a que termine la pandemia para empezar a construir lo perdido… 

 

 

De la consolidación a la incertidumbre

Antes de vivir en el mundo de los cubrebocas, Querétaro pasaba por un momento muy sano en la llamada “escena musical”, la cual, a pesar de carecer de la unión entre distintos géneros que en su momento la caracterizó, no ha dejado de sacar bandas con la calidad suficiente para romper las fronteras queretanas y llevar su música a otros horizontes. 

 

Sin embargo, más allá de la generación de agrupaciones, los últimos 5 años también fueron muy importantes para la entidad porque logró consolidarse como un lugar que no podía faltar en los tours de todo tipo de bandas. Ya se estaba haciendo costumbre contar con la presencia de bandas nacionales e internacionales en la ciudad y esto ocurría con distintos géneros musicales, pues había movimiento constante con bandas de Death Metal, Punk, Hardcore, Rock, Pop, etc… Con la llegada del COVID-19 todo se detuvo, y es así, en un abrir y cerrar de ojos, que 5 o más grandes años de consolidación o de presencia musical en el Estado se pueden ir al carajo. 

 

En Estados Unidos, la National Independent Venue Association, presentó una encuesta con resultados desesperanzadores: concluía que 9 de cada 10 foros independientes en el vecino del norte se encuentran ante la amenaza de cerrar de manera permanente debido a las afectaciones derivadas de la pandemia. De acuerdo a la misma encuesta, el 90% de los venues independientes, señalaron que de no contar con ayuda de fondos federales, cerrarán definitivamente… Si esto ocurre en Estados Unidos, que cuentan con una infraestructura completamente superior a la nuestra, ¿qué pasará con México? Un país donde ni siquiera la ciencia recibe apoyos federales. ¿Qué pasará con Querétaro? ¿Cuál es el camino a seguir para recuperar lo perdido? 

 

 

La colaboración: el camino a la reconstrucción. 

Chucho Estrada, uno de los ponentes del EIMQ, trabajó en una encuesta para conocer y tener datos específicos del impacto del COVID-19 en la industria musical queretana. Gracias a su trabajo, sabemos que la cancelación de conciertos tuvo un gran impacto económico para todos los involucrados. Y ante un panorama negativo, donde muchos de los venues donde se le daba espacio a la música local ya no existen, el camino a seguir es la unión: “Necesitamos involucrarnos como consumidores, como oyentes, como artistas para recuperar lo que teníamos”

 

Durante la conversación con Sergio Gómez-Tagle, tuve la oportunidad de participar y cuestionarlo acerca de lo que deberían hacer los colectivos más independientes de la ciudad, aquellos enfocados en géneros menos comerciales (todas las variantes del punk y metal, por ejemplo) para no perder el arranque y consolidación que habían ganado en los últimos 5 años. La respuesta fue similar a lo comentado por otros ponentes del encuentro: “lo que deben hacer los involucrados en ese tipo de colectivos y movimientos, es volver al colaboracionismo”. Regresar a ese momento donde todos ponían de su parte para lograr mejores espectáculos sin importar tanto el género y claro, aprovechando todas las herramientas digitales que existen hoy en día para promover su música y todos los eventos relacionados con la misma.

 

Esto ya ocurrió hace muchos años en la ciudad, recuerdo que una de las primeras tocadas a las que asistí fue un concurso de bandas en el JBJ donde tocaban todo tipo de bandas como La Sustancia, Render, Corcholata y otras. Y sí, al ser un concurso de bandas, era lógico que hubiera representantes de distintos géneros pero este esquema se replicaba constantemente en muchas de las tocadas que había cada fin de semana. 

 

Para mí fue normal crecer en tocadas donde abría Colchón, seguía Lado B y terminaban cerrando NoSé o Render. Sin embargo, la unión entre géneros se fue desvaneciendo con el paso de los años y la explosión de nuevas agrupaciones; las tocadas con bandas del mismo género se volvieron la constante en la ciudad. La independencia de géneros terminó solidificandose con la formación de distintos colectivos que hacían tocadas todo el tiempo en la ciudad; al final, es gracias a ellos que se debe mucho del movimiento musical que hubo en Querétaro en los últimos años. 

 

Con las estructuras perdidas por la pandemia y un panorama poco alentador para la música en el Estado, la pregunta es: ¿Será posible regresar a ese colaboracionismo? Espero equivocarme pero, para mi, luce como una utopía muy lejana… ¿De plano es imposible ver a Question o alguno de los proyectos de Antimo, compartiendo escenario con bandas como Lethal Creation? ¿Acaso está mal que bandas como CNVS o Vanavara compartan escenario con bandas alejadas de su género? 

 

Inserta el nombre de la banda que quieras, ¿por qué no regresar a esas colaboraciones entre géneros? Si la calidad de la música es lo que más importa y cada banda tiene su público, ¿por qué cerrarse a regresar a esas colaboraciones? ¿Acaso no podemos convivir todos en tolerancia en el mismo espacio? ¿Por qué es tan difícil dar ese paso donde todos los involucrados ganen gracias a una acción colaborativa? El tiempo dirá pero como bien dijo Augusto Cervantes de “El Limbo” durante su participación en el EIMQ: “este tipo de encuentros es lo que necesitamos, hay que conocernos”.

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Me dedico a escribir y ayudar a todo tipo de empresas, a mejorar su presencia en Google y la web. En mis tiempos libres, escribo sobre música junto a mis amigos en Perro Cruel.